Nuevo día, nuevos comienzos y la risa alegre de los niños alborotando el tiempo. Cruzan veloces las nubes y un airecillo fresco recorre como una caricia sus cabellos.
La mañana diferente esparce su esperanza al mundo cual semillas de futuro que germinan en los sueños.
Todo ha cambiado en este despertar en que los niños acuden con ilusión al colegio sin importar que una máscara dificulte sus movimientos.
Ahora son, más que nunca, ojos abiertos que miran a su alrededor construyendo el futuro que solo a ellos pertenece. Nuestro privilegio es verlos
avanzar sonriendo.
Comienza una nueva mañana, se estrena un día nuevo y la vida
con toda su fuerza levanta el vuelo.
Cada nuevo día es un gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un gracias, José Antonio, que impulsa nuestro vuelo y el placer de apreciar cada grano de arena del reloj de nuestro tiempo.
EliminarUn abrazo