miércoles, 5 de octubre de 2022

La añoranza es cosa de dos

 



Carmen se enfundó los botines negros, con cordones, de tacón alto. Los mismos que un día lejano la llevaron hasta él. Pasos cortos y ligeros cruzaron la distancia que separaba sus mundos.

El sueño se hizo realidad. La princesa del cuento bailó en el gran salón de columnas con el desconocido.

La máscara. El disfraz. Las palabras ardientes vertidas en el oído. Su mano depositada en la de él como una paloma blanca. Los brazos abarcando su cuerpo en la noche insondable.

Despertar de los sentidos. El temblor. La pasión. El encuentro. La  embestida. Corriente alterna y discontinua que electrizó cada pulgada de su piel.

Se buscaron los labios que añoraban los besos. Se encontraron las bocas, y en el aire palpitó el deseo ocupando veredas de sangre.


2

Los bosques rasgaron el paisaje que adivinaba a través de los cristales. En una sucesión de imágenes volátiles, el tren la llevó a la ciudad de provincias enfundada en sus vaqueros. Él la aguardaba en el andén.

Descendió del vagón temblorosa. Expectante. Él era lo desconocido. La incertidumbre. El reto. Su gran aventura.

A nadie como a él ha amado. Nadie como él trastocó su mundo poniéndolo del revés.

Él era el reclamo y ella la tórtola que acudía al encuentro con los ojos cerrados. Atravesando la meseta de punta a punta, montada en sus botas negras, de tacón alto. Carroza de Cenicienta que al dar las doce volvieron a ser calabazas.

                                                                                          3

El sueño duró lo que duran los sueños. El amor vivió lo que vive el amor. Una historia más de muerte por desidia. Acabado el sueño, se marchitó la flor.

Hoy en su habitación, huérfanos de caminos, los botines se han abierto en tentadora ofrenda y han atrapado sus pies, que envueltos en su calor, la han acompañado a entonar una canción.

Canción que no es suficiente para acallar su voz. La añoranza, está segura, hoy, es cosa de dos.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario