miércoles, 13 de abril de 2016

Barrido

A veces tener memoria, no es bueno. A veces perderse en el olvido de las fechas que acontecieron, aporta serenidad y distancia.

Dicen que es bueno recordar, que el cerebro se fortalece con las evocaciones. Yo recupero el derecho al olvido para los días que cercenaron la memoria, donde acontecimientos y vicisitudes pasaron su cuchilla cortando los hilos del tiempo feliz.

No es bueno recapitular cuando todos los hechos se agrupan sin distinción. Días de arcoíris y esencias, esperanzas y sueños, se mezclan con días amargos llenos de desconsuelo.

Todo sucede y se guarda en la memoria del disco duro que es nuestro cerebro. El recuerdo de los ausentes revive con el calendario.

Inevitable rememorar fechas de destrucción y olvido, de muerte y entierro, de enfermedad y tormento, de separaciones y duelos.

Es bueno recordar, dicen. Yo, en esta fecha, que martillea el almanaque en recuerdo de tu dolor. Reniego de ello.