miércoles, 8 de julio de 2015

Mi Habana



                                                                   

La Habana desdibuja su trazo en el lienzo del tiempo, caracolean espirales de luz derramadas sobre poniente abrazando la tarde. Las escasas luces alumbran tibias aceras de raíz y escombro. En los solares el murmullo de voces arracimadas comentan el juego de pelota, el serial de la tarde, la escasez de la bodega, el cambio del peso.

Los niños sueñan paraísos que no existen y al volver de la escuela remedan jugadas con pelotas pinchadas, bates de palo y guantes demasiado grandes para sus manos pequeñas.

Las fichas de dominó estallan sobre las mesas. -¡Cooñó! ¡Me la gané! - Trago largo de ron. Las hembras escancian olores cimbreando las caderas.  -¡Ay papi deja eso! vámonos pa guaracharrr! -Ronroneos desgranados en la oreja.

Y así da comienzo el baile. El ritmo de los tambores imanta a cuantos llegan, las vecinitas más bellas, uñas de esmaltes dorados, chancletean con cadencia, piernas y brazos al aire brillantes por el sudor. Las sonrisas de los machos, ajustando movimientos, acuden a la contienda.

La noche, hecha son, rumbea danzas caribeñas, los ojos se buscan, las intenciones se encuentran y enlazados, en pareja, se arrastran a la pasión que los ritmos aceleran.

Amanecer de sol blanco escurriendo en los tejados, sabor a melaza y ron. Los flamboyanes, brochazos anaranjados, pintan el azul del cielo. El aroma del café que burbujea en la lumbre invade los sentidos. 

Desparramada en latidos la ciudad emerge tras la noche negra. Las olas baten el malecón. Un par de amantes se alejan con desgana. A lo lejos una voz  Maní… maní recién tostao… Llévese un cucurucho de maní...- Pasa la vieja de brazos secos arrastrando una cesta, cuando llega al lugar de costumbre se sienta y vocea su mercancía. –Maní….maní recién tostao...

Frente al agro, en un tenderete improvisado, una muchacha ofrece bocadillos de puerco recién asado, más allá venden jugo de naranja, un peso el vaso, reza el cartel. En los puestos multicolores, ají, fruta bomba, boniato, yuca, quimbobó…   ¡Jabitas! ¿Quién quiere una jabita? 

Bulle la vida despertando a la mañana y un nuevo día comienza su andadura en mi Ciudad de La Habana.