sábado, 1 de junio de 2013

Viaje alucinante





El Torbellino azul gira y gira cada vez más deprisa, acelerándose en cada vuelta a la vez que se separa del suelo hasta conseguir una posición horizontal.

Embutida en el cacharro infernal siente el vértigo subir del estómago a la cabeza. Un zumbido presiona sus oídos, se aferra aun con más fuerza a las barras situadas a ambos lados buscando un punto de apoyo. Traga saliva intentando respirar hondo a pesar del aire que estalla contra su cara. Poco a poco lo va consiguiendo. Afloja los brazos hasta que deja de sentir el cosquilleo en los músculos agarrotados.

Entonces distingue de golpe el cielo estrellado por encima y por debajo de su cabeza. Las luces multicolores que pasan ante su vista en ráfagas brillantes. Y sus oídos perciben la música.

Ha conseguido vencer el miedo.

Es cuando comienza el viaje alucinante traspasando el tiempo y el espacio, volando hacia el infinito.

Descubre, una pieza más para encajar en el puzle, que el miedo es ceguera. Que el temor bloquea caminos y se enrosca en el entendimiento y la voluntad. Que atrofia la percepción. Que obstaculiza y enferma el alma, incapacitándola para llegar al conocimiento.

Ahora sólo le queda ganarle la batalla en otros terrenos.